lunes, 29 de julio de 2013

Interpretación de Juan 5. (Midrash ha Yojanan 5.)

Yojanan 5.

El Baal Shem Tov (Persona del Buen Nombre) Yeshua sana a un inválido.

Algún tiempo después, se celebraba una Fiesta de los Judíos de la Región de Judá, y subió el Rabino Yeshua a Jerusalén. 

Había allí, junto a la puerta de las Ovejas, un estanque rodeado de cinco pórticos, cuyo nombre en arameo es Bet zatá (Casa de las Ovejas).

En esos pórticos se hallaban tendidos muchos enfermos, ciegos, cojos y paralíticos. 

De cuando en cuando un ángel del Hashem de nombre Rafael bajaba al estanque y agitaba el agua. El primero que entraba en el estanque después de cada agitación del agua quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviera.

Entre ellos se encontraba un hombre inválido que llevaba enfermo treinta y ocho años. 

Cuando el Rabino Yeshua lo vio allí, tirado en el suelo, y se enteró de que ya llevaba mucho tiempo en esa condición, le preguntó: ¿Quieres quedar sano?

Señor respondió, no tengo a nadie que me meta en el estanque mientras se agita el agua, y cuando trato de hacerlo, otro se mete antes.

Levántate, recoge tu camilla y anda le contestó como Baal Shem Tov (Persona del Buen Nombre) el Rabino Yeshua.

Al instante aquel hombre quedó sano, así que tomó su camilla y echó a andar. Pero ese día era Shabat. 

10 Por eso los falsos líderes Judíos del Rabino Shamai le dijeron al que había sido sanado: Hoy es Shabat; no te está permitido cargar tu camilla.

11 El Rabino que me sanó me dijo: “Recoge tu camilla y anda” les respondió.

12 ¿Quién es ese hombre que te dijo: “Recógela y anda”? le interpelaron.

13 El que había sido sanado no tenía idea de quién era, porque el Rabino Yeshua se había escabullido entre la mucha gente que había en el lugar.

14 Después de esto el Rabino Yeshua lo encontró en el Patio del Templo y le dijo: Mira, ya has quedado sano. No vuelvas a pecar, no sea que te ocurra algo peor.

15 El hombre se fue e informó a los falsos líderes Judíos del Rabino Shamai que el Rabino Yeshua era quien lo había sanado.

Vida mediante el Hijo.

16 Precisamente por esto los falsos líderes Judíos del Rabino Shamai perseguían al Rabino Yeshua, pues hacía tales cosas en Shabat. 

17 Pero el Rabino Yeshua les respondía: Mi Padre aun hoy en Shabat está trabajando, y yo también trabajo (como un Kohen Gadol que soy).

18 Así que los falsos líderes Judíos del Rabino Shamai redoblaban sus esfuerzos para matarlo, pues no sólo quebrantaba el Shabat sino que incluso llamaba a Adonai su propio Padre, con lo que creían que él mismo se hacía igual al Padre.

19 Entonces el Rabino Yeshua afirmó: Ciertamente les aseguro que el hijo no puede hacer nada por su propia cuenta, sino solamente lo que ve que su Padre en la Tora hace, porque cualquier cosa que hace el Padre en la Tora, la hace también el hijo. 

20 Pues el Padre ama al hijo y le muestra todo lo que hace en la Tora. Sí, y aun cosas más grandes que éstas le mostrará, de modo que os dejará asombrados. 

21 Porque así como el Padre resucita a los muertos y les da vida en la Tora Explicada, así también el Hijo da vida a quienes le place pidiéndoselo al Padre. 

22 Además, el Padre no juzga a nadie, sino que todo juicio lo ha delegado en el Hijo cuando venga por segunda vez, 

23 para que todos honren al Hijo como lo honran a Él. El que se niega a honrar al Hijo no honra al Padre que lo envió.

24 »Ciertamente les aseguro que el que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna pues cumple su Tora y no será juzgado, sino que ha pasado de la muerte a la vida por cumplir con la Tora. 

25 Ciertamente les aseguro que ya viene la hora, y ha llegado ya, en que los muertos en sus pecados oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan vivirán. 

26 Porque así como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha concedido al Hijo el tener vida en sí mismo por medio de la Enseñanza de la Tora, 

27 y le ha dado autoridad para juzgar, puesto que es el Hijo del hombre.

28 »No se asombren de esto, porque viene la hora en el futuro en que todos los que están en los sepulcros oirán su voz, 

29 y saldrán de allí. Los que han hecho el bien resucitarán para tener vida, pero los que han practicado el mal resucitarán para ser juzgados. 

30 Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta; juzgo sólo según lo que oigo, y mi juicio es justo, pues no busco hacer mi propia voluntad sino cumplir la voluntad del Padre que me envió.

Los testimonios a favor del Hijo.

31 »Si yo testifico en mi favor, ese testimonio no es válido. 

32 Otro es el que testifica en mi favor, y me consta que es válido el testimonio que él da de mí.

33 »Vosotros enviaste una delegación a preguntar al verdadero Sumo Sacerdote Yojanan, y él dio un testimonio válido. 

34 Y no es que acepte yo el testimonio de un hombre; más bien lo menciono para que sean salvos en esta generación. 

35 Yojanan era una Menorá encendida y brillante, y vosotros decidisteis disfrutar de su luz de su Enseñanza de Tora por algún tiempo.

36 »El testimonio con que yo cuento tiene más peso que el del verdadero Sumo Sacerdote Yojanan. Porque esa misma tarea que el Padre me ha encomendado que lleve a cabo como el Mesías Sufriente, y que estoy haciendo, es la que testifica que el Padre me ha enviado como su Mesías. 

37 Y el Padre mismo que me envió ha testificado en mi favor. Nunca habéis oído su voz, ni visto su figura, 

38 ni vive su palabra en vosotros, porque no creéis en aquel a quien él envió. 

39 Estudiáis con diligencia las Escrituras porque pensáis hallar en ellas la vida eterna. ¡Y son ellas las que dan testimonio en mi favor como el Mesías! 

40 Sin embargo, no queréis venir a mí para tener esa vida en mi Enseñanza de Tora.

41 »La gloria humana no la acepto, 

42 pero a vosotros os conozco, y sé que no amáis realmente al Eterno pues no llevan Su Tora de verdad. 

43 Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me aceptáis; pero si otro viniera por su propia cuenta, a ése sí lo aceptaríais. 

44 ¿Cómo va a ser posible que creáis vosotros, si buscáis la gloria los unos de los otros pero no buscáis la gloria que viene del Dios único que es su Verdadera Tora?

45 »Pero no penséis que yo voy a acusaros delante del Padre. Quien os va a acusar es Moshe, en quien tenéis puesta vuestra esperanza. 

46 Si creyerais a Moshe, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. 

47 Pero si no creéis lo que él escribió, ¿cómo vais a creer mis palabras?


domingo, 21 de julio de 2013

Interpretación de Juan 4 (Midrash ha Yojanan 4).

Yojanan 4.

El Rabino Yeshua  y la mujer samaritana.

1 El Rabino Yeshua se enteró de que los Rabinos fariseos del Rabino Shamai sabían que él estaba haciendo el Tevila (Baño Purificador) a más discípulos que el verdadero Sumo Sacerdote Yojanan 

(aunque en realidad no era el Rabino Yeshua quien hacia el Tevila - Baño Purificador - sino sus Discípulos). 

Por eso se fue de Judea y volvió otra vez a Galilea. 

Como tenía que pasar por Samaria, 

llegó a una vez más al pueblo samaritano llamado Sicar, cerca del terreno que el Patriarca Yaakov le había dado a su hijo Yosef. 

Allí estaba el pozo del Patriarca Yaakov. El Rabino Yeshua, fatigado del camino, se sentó junto al pozo. Era cerca del mediodía.

7-8 Sus discípulos habían ido al pueblo a comprar comida. En eso llegó a sacar agua una mujer de Samaria, y el Rabino Yeshua le dijo: Dame un poco de agua.

Pero como los Judíos no usan nada en común con los samaritanos por considerarlos de otra Nación, ya que son nacidos de un hombre Judío y una mujer babilónica, la mujer le respondió: ¿Cómo se te ocurre pedirme agua, si tú eres Judío y yo soy samaritana?

10 Si supieras lo que el Dios de Israel puede dar, y conocieras al que te está pidiendo agua contestó el Rabino Yeshua, tú le habrías pedido a él, y él te habría dado agua que da vida (es decir su Enseñanza).

11 Señor, ni siquiera tienes con qué sacar agua, y el pozo es muy hondo; ¿de dónde, pues, vas a sacar esa agua que da vida? 

12 ¿Acaso eres tú superior a nuestro padre Yaakov, que nos dejó este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y su ganado?

13 Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed respondió el Rabino Yeshua, 

14 pero el que beba del agua (Enseñanza) que yo le daré, no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna.

15 Señor, dame de esa agua para que no vuelva a tener sed ni siga viniendo aquí a sacarla.

16 Ve a llamar a tu esposo, y vuelve acá le dijo el Rabino Yeshua.

17 No tengo esposo respondió la mujer. Bien has dicho porque te conozco ya que por este camino he ido muchas veces a Jerusalén y sé que no tienes esposo. 

18 Es cierto que has tenido cinco, y el que ahora tienes no es tu esposo pues no estás casada con él. En esto has dicho la verdad.

19 Señor, me doy cuenta de que tú eres Predicador. 

20 Nuestros antepasados Israelitas llegados de Babilonia adoraron en este monte, pero ustedes los Judíos nacidos en Judá dicen que el lugar donde debemos adorar está en Jerusalén.

21 Créeme, mujer, que se acerca la hora de la destrucción en que ni en este monte ni en Jerusalén adorarán ustedes al Padre. 

22 Ahora ustedes los de otra Nación adoran lo que no conocen; nosotros los Judíos adoramos lo que conocemos por Moshe, porque la salvación de la Nación proviene de los Judíos que Oyen a Moshe. 

23 Pero se acerca la hora de la destrucción, y ha llegado ya, en que los verdaderos adoradores rendirán culto al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren.

24 Hashem es espíritu, y quienes lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad.

25 Sé que viene el Mesías, al que llaman los Judíos griegos el Cristo respondió la mujer. Cuando él venga nos explicará todas las cosas.

26 Ése soy yo, el que habla contigo le dijo el Rabino Yeshua.

Los Discípulos vuelven a reunirse con el Rabino Yeshua.

27 En esto llegaron sus Discípulos y se sorprendieron de verlo hablando con una mujer ya que en la Ortodoxia se nos prohíbe, aunque ninguno le preguntó por ser nuestro Rabino: «¿Qué pretendes?» o «¿De qué hablas con ella?»

28 La mujer dejó su cántaro, volvió al pueblo y le decía a la gente:

29 Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será éste el Mesías?

30 Salieron del pueblo y fueron a ver al Rabino Yeshua. 

31 Mientras tanto, sus Discípulos le insistían: Rabí, come algo.

32 Yo tengo un alimento que ustedes no conocen replicó él.

33 «¿Le habrán traído algo de comer los samaritanos?», comentaban entre sí los Discípulos.

34 Mi alimento es hacer la voluntad de Enseñar la verdadera Tora del que me envió, cuando escuche Su voz cuando hice el Tevila (Baño Purificador) y terminar su obra encomendada les dijo el Rabino Yeshua. 

35 ¿No dicen ustedes: “Todavía faltan cuatro meses para la cosecha”? Yo les digo: ¡Abran los ojos y miren (a la gente) los campos sembrados! Ya la cosecha está madura; 

36 ya el segador recibe su salario y recoge el fruto para vida eterna. Ahora tanto el sembrador como el segador se alegran juntos. 

37 Porque como dice el refrán: “Uno es el que siembra y otro el que cosecha.” 

38 Yo los he enviado a ustedes a cosechar lo que no les costó ningún trabajo. Otros se han fatigado trabajando, y ustedes han cosechado el fruto de ese trabajo.

Muchos samaritanos creen en el Rabino Yeshua.

39 Muchos de los samaritanos que vivían en aquel pueblo creyeron en él por el testimonio que daba la mujer: «Me dijo todo lo que he hecho.» 

40 Así que cuando los samaritanos fueron a su encuentro le insistieron en que se quedara con ellos. El Rabino Yeshua permaneció allí dos días, 

41 y muchos más llegaron a creer por lo que él mismo decía.

42 Ya no creemos sólo por lo que tú dijiste le decían a la mujer; ahora lo hemos oído nosotros mismos, y sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo. Del que Adam perdió.

El Rabino Yeshua sana al hijo de un funcionario.

43 Después de esos dos días el Rabino Yeshua salió de allí rumbo a Galilea 

44 (pues, como él mismo había dicho, a ningún Predicador se le honra en su propia tierra). 

45 Cuando llegó a Galilea, fue bien recibido por los galileos, pues éstos habían visto personalmente todo lo que había hecho en Jerusalén durante la Fiesta de la Pascua, ya que ellos habían estado también allí.

46 Y volvió otra vez el Rabino Yeshua a Caná de Galilea, donde Hashem a través de el había convertido el agua en vino. Había allí un funcionario real, cuyo hijo estaba enfermo en Capernaúm. 

47 Cuando este hombre se enteró de que el Rabino Yeshua había llegado de Judea a Galilea, fue a su encuentro y le suplicó que bajara a sanar a su hijo, pues estaba a punto de morir.

48 Ustedes nunca van a creer si no ven señales y prodigios le dijo el Rabino Yeshua.

49 Señor rogó el funcionario, baja antes de que se muera mi hijo.

50 Vuelve a casa, que tu hijo vive le dijo el Baal Shem Tov (Hombre de Dios) y Rabino Yeshua. El hombre creyó lo que el Rabino Yeshua le dijo, y se fue. 

51 Cuando se dirigía a su casa, sus siervos salieron a su encuentro y le dieron la noticia de que su hijo estaba vivo. 

52 Cuando les preguntó a qué hora había comenzado su hijo a sentirse mejor, le contestaron: Ayer a la una de la tarde se le quitó la fiebre.

53 Entonces el padre se dio cuenta de que precisamente a esa hora el Rabino Yeshua le había dicho: «Tu hijo vive.» Así que creyó él con toda su familia en el Rabino Yeshua como el Mesías.

54 Ésta fue la segunda señal Mesiánica que hizo el Mesías Yeshua después de que volvió de Judea a Galilea.


domingo, 14 de julio de 2013

Interpretación de Lucas 23 y 24 (Midrash ha Hilel 23 va 24).

Hilel (Lucas) Perek (Capitulo) 23.

01 Levantándose entonces toda la muchedumbre de ellos, llevaron al Rabino Yeshua ante el gobernador romano Pilato.

02 Y comenzaron a acusarle, diciendo: A éste hemos hallado que pervierte a la Nación de Israel, y que prohíbe dar contribución al César, diciendo que él mismo es el Mesías, un rey de nuestro Pueblo.

03 Entonces Pilato el Gobernador romano le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el Rey de los Judíos? Y respondiéndole él, dijo: Tú lo dices.

04 Y Pilato el gobernador romano dijo a los falsos Sumos Sacerdotes Saduceos, y a la gente: Ningún delito grave para Roma hallo en este hombre.

05 Pero ellos insistían, diciendo: Alborota al Pueblo contra Roma, enseñando por toda Judea, comenzando desde Galilea hasta aquí.

06 Entonces Pilato el gobernador romano, oyendo decir, Galilea, preguntó si el hombre era Galileo.

07 Y al saber que era de la jurisdicción del falso rey Herodes, le remitió al falso rey Herodes, que en aquellos días también estaba en Jerusalén.

08 Herodes el falso rey de Israel, viendo al Rabino Yeshua, se alegró mucho, porque hacía tiempo que deseaba verle; porque había oído muchas cosas acerca de él, y esperaba verle hacer alguna señal.

09 Y le hacía muchas preguntas, pero él nada le respondió.

10 Y estaban los falsos Sumos Sacerdotes Saduceos y los Rabinos escribas del Rabino Shamai acusándole con gran excitación.

11 Entonces el falso rey Herodes con sus soldados le menospreció e insultó, vistiéndole de una ropa espléndida; y volvió a enviarle al gobernador romano Pilato.

12 Y se hicieron amigos el gobernador Pilato y el falso rey Herodes aquel día; porque antes estaban enemistados entre sí por cuestiones políticas.

13 Entonces Pilato el gobernador romano, convocando a los falsos Sumos Sacerdotes Saduceos, a los gobernantes del Bet Din Gadol (Juzgado Mayor) falso, y al Pueblo,

14 les dijo: Me habéis presentado a éste como un hombre que perturba al Pueblo; pero habiéndole interrogado yo delante de vosotros, no he hallado en este hombre delito alguno contra Roma de aquellos de que le acusan.

15 Y ni aun Herodes, porque lo remití a él; y he aquí, nada digno de muerte ha hecho este hombre contra el Imperio romano.

16 Le soltaré, pues, después de castigarle a latigazos.

17 Y tenía el la necesidad de soltarles uno en cada fiesta de Israel.

18 Mas toda la multitud dio voces a una, diciendo: ¡Fuera con éste, y suéltanos a Bar-Rabás (Hijo del Rabino Shamai)!

19 Este había sido echado en la cárcel por levantamiento en la ciudad, y por un homicidio de solados romanos.

20 Les habló otra vez Pilato el gobernador romano, queriendo soltar al Rabino Yeshua;

21 pero ellos volvieron a dar voces, diciendo: ¡Al madero, al madero!

22 El les dijo por tercera vez: ¿Pues qué mal ha hecho éste contra Roma? Ningún delito digno de muerte contra Roma he hallado en él; le castigaré, pues, y le soltaré.

23 Más ellos instaban a grandes voces, pidiendo que fuese al madero. Y las voces de ellos y de los falsos Sumos Sacerdotes Saduceos prevalecieron.

24 Entonces Pilato el gobernador romano sentenció que se hiciese lo que ellos pedían;

25 y les soltó a aquel que había sido echado en la cárcel por levantamiento y homicidio de soldados romanos, a quien habían pedido; y entregó al Rabino Yeshua a la voluntad de ellos.

26 Y llevándole, tomaron a cierto Shimón de Cirene, que venía del campo, y le pusieron encima el madero para que la llevase tras de hiba el Rabino Yeshua.

27 Y le seguía gran multitud del Pueblo, y de mujeres que lloraban y hacían lamentación por él.

28 Pero el Rabino Yeshua, vuelto hacia ellas, les dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos.

29 Porque he aquí vendrán días en que dirán: Bienaventuradas las estériles, y los vientres que no concibieron, y los pechos que no criaron.

30 Entonces comenzarán a decir a los montes: Caed sobre nosotros; y a los collados: Cubridnos. Él Rabino Yeshua se refería a la Destrucción de Jerusalén

31 Porque si en el árbol verde hacen estas cosas, ¿en el seco, qué no se hará? Nota: Los Judíos son Comparados a los Arboles.

32 Llevaban también con él a otros dos, que eran Rasha (malhechores), para ser muertos.

33 Y cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera, le colgaron allí con clavos, y junto a el los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda.

34 Y el Rabino Yeshua decía orando asía el Templo de Jerusalén: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos (el Talit = Manto de Oración, la Túnica, la Kipá = Gorrito, y las sandalias), echando suertes.

35 Y el Pueblo estaba mirando; y aun los del Bet Din Gadol (Juzgado Mayor) falso se burlaban de él, diciendo: A otros salvó; sálvese a sí mismo, si éste es el verdadero Mesías, el escogido de Adonai.

36 Los soldados romanos también le insultaban, acercándose le dieron vinagre para los golpes internos,

37 y diciendo los soldados romanos: Si tú eres el Rey de los Judíos, sálvate a ti mismo.

38 Había también sobre él un título escrito con letras griegas, latinas y hebreas: YESHUA NATZARITA REY DE LOS JUDIOS (Yeshua ha Natzaret Melej ha Yehudim).

39 Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Mesías, sálvate a ti mismo de este castigo y a también a nosotros.

40 Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Elokim (Juez Supremo), estando en la misma condenación?

41 Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos malos; mas éste Rabino ningún mal hizo.

42 Y dijo al Rabino Yeshua: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.

43 Entonces el Rabino Yeshua le dijo: De cierto te digo que hoy estarás espiritualmente conmigo en el paraíso, en la presencia de Adonai,  ya que ambos iban a morir.

44 Cuando era como la hora del mediodía (sexta hora), hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta las 3 de la tarde (9 del día), la Shejina (Presencia Divina) estaba arriba del Rabino Yeshua.

45 Y el sol se obscureció por la Nube de Gloria del Eterno, y la Cortina del Templo se rasgó por la mitad.

46 Entonces el Rabino Yeshua, clamando a gran voz, dijo mirando al Templo de Jerusalén: Padre, en tus manos encomiendo mi Ruaj (espíritu). Y habiendo dicho esto, expiró, el Padre Todopoderoso vino por el Espíritu de su hijo.

47 Cuando el centurión romano vio lo que había acontecido, dio gloria al Dios de Israel, diciendo: Verdaderamente este hombre era un Justo.

48 Y toda la multitud de los que estaban presentes en este espectáculo, viendo lo que había acontecido, se volvían golpeándose el pecho, acto de Arrepentimiento de nuestro Pueblo Israel.

49 Pero todos sus conocidos, y las mujeres que le habían seguido desde Galilea, estaban lejos mirando estas cosas, ya que tenían temor de ser aprendidos por los falsos lideres de Jerusalén.

50 Había un varón llamado Yosef, de Arimatea, ciudad de Judea, el cual era miembro del Bet Din Gadol (Juzgado Mayor) falso, varón Tov (bueno),  Tzadik (justo) y Fariseo de la Yeshiva (Escuela Superior) del Rabino Shamai.

51 Este, que también esperaba el reino de Adonai, y no había consentido en el acuerdo ni en los hechos de ellos los falsos lideres,

52 fue al gobernador romano  Pilato, y pidió el cuerpo del Rabino Yeshua.

53 Y quitándolo, y después de hacerle el Tevila (Baño Purificador) lo envolvió en un Talit (Manto de Oración), y lo puso en un sepulcro abierto en una peña, en el cual aún no se había puesto a nadie.

54 Era día de la preparación, y estaba para comenzar el día de Shabat Ceremonial Fiesta de los Panes sin levadura.

55 Y las mujeres que habían venido con él desde Galilea, siguieron también, y vieron el sepulcro, y cómo fue puesto su cuerpo.

56 Y vueltas, prepararon especias aromáticas y ungüentos; y descansaron el día del Shabat Ceremonial Fiesta de los Panes sin Levadura, conforme al Mandamiento.

Nota: El Shabat Ceremonial Empezó dia Grande de la Fiesta de los Panes sin Levadura fue el día 15 de Nisan, 16 de Nisan Fiesta de Omer de la Primicia, y el 17 de Nisan fue Shabat semanal.

Hilel (Lucas) Perek (Capitulo) 24

01 El primer día de la semana, muy de mañana es decir en la tarde del Shabat cuando acaba el Shabat, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado unas mujeres, y algunas otras mujeres con ellas.

02 Y hallaron removida la piedra del sepulcro;

03 y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Yeshua.

04 Aconteció que estando ellas perplejas por esto, he aquí se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes;

05 y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?

06 No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que les habló, cuando aún estaba en Galilea,

07 diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea colgado, y resucite al tercer día después de 72 horas.

08 Entonces ellas se acordaron de sus palabras,

09 y volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y a todos los demás.

10 Eran Miriam Magdala, y Yojanana, y Miriam madre de Yaakov, y las demás con ellas, quienes dijeron estas cosas a los enviados.

11 Más a ellos les parecían locura las palabras de ellas, y no las creían.

12 Pero levantándose Kefa al otro día, corrió al sepulcro; y cuando miró dentro, vio los lienzos solos, y se fue a casa maravillándose de lo que había sucedido.

13 Y he aquí, dos de ellos iban el mismo día del primer día de la semana a una aldea llamada Emaús, que estaba a sesenta estadios de Jerusalén.

14 E iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían acontecido.

15 Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, el Rabino Yeshua mismo se acercó, y caminaba con ellos.

16 Mas los ojos de ellos estaban velados, para que no le conociesen pues lo creían muerto.

17 Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes?

18 Respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le dijo: ¿Eres tú el único Guer (extranjero) en Jerusalén que no has sabido las cosas que en ella han acontecido en estos días?

19 Entonces él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: Del Rabino Yeshua nazareno, que fue varón Predicador, poderoso en obra y en palabra delante de Adonai y de todo el Pueblo de Israel;

20 y cómo le entregaron los falsos Sumos Sacerdotes Saduceos y nuestros falsos Ancianos del Bet Din Gadol (Juzgado Mayor) a sentencia de muerte, y lo estacaron los romanos.

21 Pero nosotros esperábamos que él era el Mesías Triunfante que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido.

22 Aunque también nos han asombrado unas mujeres de entre nosotros, las que antes del día fueron al sepulcro;

23 y como no hallaron su cuerpo, vinieron diciendo que también habían visto visión de ángeles, quienes dijeron que él vive.

24 Y fueron algunos de los nuestros al sepulcro, y hallaron así como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron.

25 Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los Predicadores han dicho!

26 ¿No era necesario que el Mesías padeciera estas cosas, y que entrara en su Nube de gloria?

27 Y comenzando desde la Tora de Moshe, y siguiendo por todos los Profetas = Predicadores, les declaraba en todo el Tanak (Tora, Profetas y Salmos) lo que de él decían.

28 Llegaron a la aldea adónde iban, y él hizo como que iba más lejos.

29 Más ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. Entró, pues, a quedarse con ellos.

30 Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan Matzot (Pan sin levadura) y lo bendijo con la Beraja , lo partió, y les dio, son 7 días que se como Pan Sin Levadura.

31 Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se salió de allí y desapareció de su vista regresándose a Jerusalén.

32 Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Kitvei Hakodesh (Sagradas Escrituras)?

33 Y levantándose en la misma hora, volvieron a Jerusalén, y hallaron a los once reunidos, y a los que estaban con ellos,

34 que decían: Ha resucitado el Señor verdaderamente, y ha aparecido a Shimón.

35 Entonces ellos contaban las cosas que les habían acontecido en el camino, y cómo le habían reconocido al partir el pan Matzot (pan sin levadura).

36 Mientras ellos aún hablaban de estas cosas, el Rabino Yeshua llego y entrando a donde ellos estaban se puso en medio de ellos, y les dijo: Shalom Alehijem (Paz a vosotros).

37 Entonces, espantados y atemorizados, pensaban que veían espíritu fantasmal, pues sabían que él estaba muerto.

38 Pero él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro corazón estos pensamientos?

39 Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu fantasmal no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo.

40 Y diciendo esto, les mostró las llagas de las manos y los pies.

41 Y como todavía ellos, de gozo, no lo creían, y estaban maravillados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer?

42 Entonces le dieron parte de un pez asado, y un panal de miel, pues eran los días de la Fiesta de Pesaj (Pascua).

43 Y él lo tomó, y comió delante de ellos.

44 Y les dijo: Estas son las palabras que les hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la Tora de Moshe, en los Neviim (Profetas = Predicadores) y en los Ketuvim (Salmos).

45 Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras del Tanak (Antiguo Testamento);

46 y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Mesías padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; Tal como lo dijeron los Predicadores Isaías y Jonás.

47 y que se predicase en sus méritos el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones de Israel, comenzando desde Jerusalén.

48 Y vosotros sois testigos de estas cosas.

49 He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder espiritual desde lo alto.

50 Y los sacó fuera hasta Betania, y alzando sus manos con su Talit (Manto de Oración), los bendijo, con la Bircat Kohanim (Bendición Sacerdotal) Yevarejeja Adonai Veyishmereja, Yaer Adonai Panaveleja Vijuneka Yisha Adonai Panaveleja, Veyasem Leja Shalom ("El Señor te bendiga y te guarde; el Señor te mire con agrado y te extienda su amor; el Señor te muestre su favor y te conceda la paz.") nombrándolos después así Rabinos de su Yeshiva (Escuela Superior Judía Mesiánica Natzarita).

51 Y aconteció que bendiciéndolos con la Bircat Kohanim (Bendición Sacerdotal), se separó de ellos, y fue llevado arriba al cielo.

52 Ellos, después de haberle reverenciado, volvieron a Jerusalén con gran gozo;

53 y estaban siempre en el Templo de Jerusalén, alabando y bendiciendo a Adonai en las horas de la Oración del día. Amén.



¡¡Jazak!! (¡¡Esfuérzate!!)


Bibliografía:
      
El Mesías y el Judaísmo                      Por: Biniamin S. Hamburguer.
Shulján Aruj                                            Por: Rab. Yosef Caro.
La Experiencia Judía del Eterno         Por: Adam A. Winston.
La Sabiduría del Rey Salomón           Por: Rab. Yaacov Israel Hopkowittz.
Jerusalén de Oro                                  Por Editorial Jerusalem de México.
Y nada me faltara                                  Por: Rab. Ezriel Tauber.
El Camino de los Justos                      Por: Rab. Yonah Michael Elnathan.
Tierra Santa                                          Por Editorial Diana.
El Midrash Dice                                    Por: Rab. Moshe Weissman.
Raíces Hebreas del Cristianismo      Por: Rab. Dan Ben Abraham.
Y la Ley Dice…                                     Por: Isaac Sitton Sutton.
Kol Israel                                                Por: Luis Mauricio Figueroa.
Código Real Galileo                             Por: Rab. Dan Ben Abraham.
El Libro de Dios… La Tora.                Por: Jaime Barylco.
Parashat Shem Tob                                  Por: Editorial Shem Tob.
Enciclopedia Judía                               Por: Erna C. Schelesinger.
Avraham Avinu                                      Por: Rab. Avrohom Zev Miller.
Mashiaj.                                                  Por: Jaim Kramer.
Judaísmo del A a la Z                           Por: Rab. Yaacov  
El Talmud (Comentario).                      Por: Rab. Iser Guinzburg.
La Biblia N.V.I.                                      Por Sociedad Biblica.