Hilel
(Lucas) Perek (Capitulo) 21.
01 Levantando los ojos hacia
el Templo, vio a los ricos saduceos que echaban sus Medios Shekelim en el arca de los
Shekelim.
02 Vio también a una viuda
muy pobre, que echaba allí dos blancas es decir su Medio Shekel.
03 Y dijo: En verdad os
digo, que esta viuda pobre echó más que todos.
04 Porque todos aquéllos
echaron para las ofrendas de Adonai de lo que les sobra; más ésta, de su
pobreza echó todo el sustento que tenía.
05 Y a unos que hablaban de
que el Templo estaba adornado de hermosas piedras y ofrendas expiatorias, dijo:
06 En cuanto a estas cosas
que veis, días vendrán en que no quedará piedra sobre piedra, que no sea
destruida.
07 Y le preguntaron,
diciendo: Maestro, ¿cuándo será esto? ¿Y qué señal habrá cuando estas cosas
estén para suceder?
08 El entonces dijo: Mirad
que no seáis engañados; porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el
Mesías, y: El tiempo está cerca. Más no vayáis en pos de ellos.
09 Y cuando oigáis de
guerras y de sediciones dentro de la Nación de Israel, no os alarméis; porque es
necesario que estas cosas acontezcan primero; pero el fin no será
inmediatamente.
10 Entonces les dijo: Se
levantará la nación Israelita contra nación romana, y del reino del norte de
Israel donde están los romanos contra el reino del sur de Judá en donde están los seguidores del Rabino Shamai;
11 y habrá grandes
terremotos, y en diferentes lugares hambres y pestilencias; y habrá terror y
grandes señales del cielo.
12 Pero antes de todas estas
cosas les echarán mano, y les perseguirán, y les entregarán a las Bet Hamidrash (Casas de Estudio) de los
Rabinos de Shamai y a las cárceles de los Bet
Din Katan (Juzgados Pequeños), y seréis llevados ante reyes falsos de
Israel y ante gobernadores romanos por causa de mi nombre.
13 Y esto les será ocasión
para dar testimonio.
14 Proponed en vuestros
corazones no pensar antes cómo habéis de responder en vuestra defensa;
15 porque yo les daré palabra
y sabiduría, la cual no podrán resistir ni contradecir todos los que se
opongan.
16 Más seréis entregados aun
por vuestros padres, y hermanos, y parientes, y amigos que no creyeren que yo
soy el Mesías; y matarán a algunos de vosotros los del falso Bet Din Gadol (Juzgado Mayor);
17 y seréis aborrecidos de
todos por causa de mi Enseñanza y mi nombre.
18 Pero ni un cabello de
vuestra cabeza perecerá en mi enseñanza.
19 Con vuestra paciencia en
el Eterno ganaréis vuestras almas.
20 Pero cuando viereis a
Jerusalén rodeada de ejércitos romanos, sabed entonces que su destrucción ha
llegado tal y como lo dijo el Predicador Daniel.
21 Entonces los que estén en
Judea, huyan a los montes; y los que en medio de ella, váyanse; y los que estén
en los campos, no entren en ella pues son días de aflicción.
22 Porque estos son días de
retribución, para que se cumplan todas las cosas que están escritas (en
Daniel:9).
23 Mas ¡ay de las que estén
encintas, y de las que críen en aquellos días! porque habrá gran calamidad en
la tierra de Israel, e ira sobre este Pueblo de Israel.
24 Y caerán a filo de espada
los que se enfrenten en ello, y serán llevados en exilio a todas las naciones;
y Jerusalén será hollada por los gentiles romanos, hasta que los tiempos de los
gentiles romanos se cumplan según lo dijo el Profeta Daniel.
25 Entonces después habrá
señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de
las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas;
26 desfalleciendo los
hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la
tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas en las 7 plagas
postreras.
27 Entonces verán al Hijo
del Hombre, que vendrá en una nube de Gloria con poder y la gran nube de gloria.
28 Cuando estas cosas comiencen
a suceder, erguíos y levanten su cabeza, porque vuestra redención está
cerca.
29 También les dijo una Mashal (palabras que benefician a unos
y perjudican a otros): Mirad la higuera y todos los árboles.
30 Cuando ya brotan,
viéndolo, sabéis por vosotros mismos que el verano está ya cerca.
31 Así también vosotros,
cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino Eterno de
Adonai.
32 De cierto os digo, que no
pasará esta generación hasta que todo esto en la Jurban (Destrucción)
acontezca.
33 El cielo y la tierra
pasarán, pero mis palabras no pasarán.
34 Mirad también por
vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y
embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros
aquel día.
35 Porque como un lazo
vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra.
36 Velad, pues, en todo
tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que
vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.
37 Y enseñaba de día en el
Templo; y de noche, saliendo, se iba a su Yeshiva
(Escuela Superior) que esta en el monte que se llama de los Olivos.
38 Y todo el Pueblo venía a
él por la mañana, para oírle en el Templo de Jerusalén.
Hilel
(Lucas) Perek (Capitulo) 22.
01 Estaba cerca la Fiesta de
los Matzot (panes sin levadura), que
se llama también la Pesaj (Pascua).
02 Y los falsos Sumos
Sacerdotes Saduceos y los Rabinos escribas del Rabino Shamai buscaban cómo matarle;
porque temían al pueblo.
03 Y entró el satán
(acusador) y se poso encima de Judas, por sobrenombre Ish Keriot (hombre de Keriot) ya que era de Keriot al sur-oeste de
Israel en la tierra de Moab, el cual era uno del número de los doce pero no era
Judío sino un Converso;
04 y éste fue y habló con
los falsos Sumos Sacerdotes Saduceos, y con los jefes de la guardia de los
Zelotes, de cómo se lo entregaría.
05 Ellos se alegraron, y
convinieron en darle dinero.
06 Y él se comprometió, y
buscaba una oportunidad para entregárselo a espaldas del pueblo.
07 Llegó el día de los
Matzot (panes sin levadura), en el cual era necesario sacrificar el cordero de
la pascua.
08 Y el Rabino Yeshua envió
a sus Talmidim (Discípulos) Kefa y a
Yojanán, diciendo: Id, preparadnos la Pesaj
(pascua) para que la comamos.
09 Ellos le dijeron: ¿Dónde
quieres que la preparemos?
10 El les dijo: He aquí, al
entrar en la ciudad os saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de
agua; seguidle hasta la casa donde entrare,
11 y decid al padre de
familia de esa casa ya que yo ya hable con el: El Maestro te dice: ¿Dónde está
el aposento donde he de comer la Pesaj
(Pascua) con mis Talmidim
(Discípulos)?
12 Entonces él os mostrará
un gran aposento alto ya dispuesto; preparad allí.
13 Fueron, pues, y hallaron
como les había dicho; y prepararon la pascua.
14 Cuando era la hora, se
sentó a la mesa, y con él los Shelijim
(Enviados = apóstoles).
15 Y les dijo: ¡Cuánto he
deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca!
16 Porque os digo que no la
comeré más, hasta que se cumpla en el reino de Adonai.
17 Y tomado la primera copa,
dio gracias, y dijo: Tomad esto, y repartidlo entre vosotros;
18 porque os digo que no
beberé más del fruto de la vid, hasta que el reino de Adonai venga.
19 Y tomó el pan Afikoman (pedazo de pan) y dio gracias,
y lo partió y les dio, diciendo: Esto es un símbolo de mi cuerpo, que por
vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.
20 De igual manera, después
que hubo cenado, tomó la cuarta copa, diciendo: Esta cuarta copa es el nuevo
pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama.
21 Mas he aquí, la mano del
que me entrega está conmigo en la mesa.
22 A la verdad el Hijo del
Hombre va, según lo que está determinado; pero ¡ay de aquel hombre por quien es
entregado!
23 Entonces ellos comenzaron
a discutir entre sí, quién de ellos sería el que había de hacer esto.
24 Hubo también entre ellos
una disputa sobre quién de ellos sería el mayor.
25 Pero él les dijo: Los
reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que sobre ellas tienen
autoridad son llamados bienhechores;
26 mas no así vosotros, sino
sea el mayor entre vosotros como el más joven, y el que dirige, como el que
sirve.
27 Porque, ¿cuál es mayor,
el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa?
Más yo estoy entre vosotros como el que sirve.
28 Pero vosotros sois los
que habéis permanecido conmigo en mis pruebas.
29 Yo, pues, os asigno un
reino, como mi Padre me lo asignó a mí,
30 para que comáis y bebáis
a mi mesa en mi reino, y os sentéis en tronos juzgando a las doce tribus de
Israel.
31 Dijo también el Señor Yeshua:
Shimón, Shimón, he aquí que el Satán (acusador) te ha pedido al Eterno el 1ro de Thishrei
cuando el acusa a la humanidad, para zarandearte como al trigo;
32 pero yo he rogado por ti al Eterno,
que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto de tu zarandeada, confirma a tus hermanos en la fe en el Eterno.
33 El le dijo: Señor,
dispuesto estoy a ir contigo no sólo a la cárcel, sino también a la muerte.
34 Y él le dijo: Kefa, te
digo que el gallo no cantará hoy antes que tú niegues tres veces (antes de que
amanezca bien tu me negaras 3 veces) que me conoces ya que se que tu carácter
es así.
35 Y a ellos dijo: Cuando les
envié sin bolsa, sin alforja, y sin calzado, ¿os faltó algo? Ellos dijeron:
Nada.
36 Y les dijo: Pues ahora,
el que tiene bolsa, tómela, y también la alforja; y el que no tiene espada,
venda su capa y compre una.
37 Porque os digo que es
necesario que se cumpla todavía en mí aquello que está escrito: Y fue contado
con los inicuos; porque lo que está escrito de mí, tiene cumplimiento.
38 Entonces ellos dijeron:
Señor, aquí hay dos espadas. Y él les dijo: Basta. Pues no entendían su próximo
sufrimiento como el Mesías Sufriente.
39 Y saliendo después de
haber cantado el Halel (Salmos del
113 al 118), se fue, como solía, a la Yeshiva (Escuela Superior) que estaba en el monte
de los Olivos; y sus Talmidim (Discípulos) también le siguieron.
40 Cuando llegó a aquel
lugar, les dijo: Orad hacia el Templo de Jerusalén que no entréis en tentación.
41 Y él se apartó de ellos a
distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró hacia el Templo
de Jerusalén,
42 diciendo: Padre, si
quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.
43 Y se le apareció un ángel
del cielo para fortalecerle.
44 Y estando en agonía,
oraba más intensamente hacia el Templo de Jerusalén; y era su sudor tan espeso
y grande como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.
45 Cuando se levantó de la
oración, y vino a sus discípulos, los halló durmiendo a causa de lo cansado de
la Fiesta;
46 y les dijo: ¿Por qué
dormís? Levantaos, y orad hacia el Templo de Jerusalén para que no entréis en
tentación.
47 Mientras él aún hablaba,
se presentó una turba; y el que se llamaba Yehudá Ish Keriot, uno de los doce,
iba al frente de ellos; y se acercó hasta el Rabino Yeshua para besarle.
48 Entonces el Rabino Yeshua
le dijo: Yehudá, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre?
49 Viendo los que estaban
con él lo que había de acontecer, le dijeron: Señor, ¿heriremos a espada?
50 Y uno de ellos hirió a un
siervo del falso Sumo Sacerdote Saduceo, y le cortó la oreja derecha.
51 Entonces respondiendo el
Rabino Yeshua, dijo: Basta ya; dejad. Y tocando su oreja, le sanó.
52 Y el Rabino Yeshua dijo a
los falsos Sumos Sacerdotes Saduceos, a los jefes de la guardia de los Zelotes
del Templo y a los ancianos del Bet Din
Gadol (Juzgado Mayor) falso, que habían venido contra él: ¿Como contra un
ladrón habéis salido con espadas y palos?
53 Habiendo estado con
vosotros cada día en el Templo de Jerusalén, no extendistes las manos contra mí; mas esta
es vuestra hora, y la potestad de las tinieblas.
54 Y prendiéndole, le
llevaron, y le condujeron a casa del falso Sumo Sacerdote Saduceo. Y Kefa le
seguía de lejos.
55 Y habiendo ellos
encendido fuego en medio del patio, se sentaron alrededor; y Kefa se sentó
también entre ellos.
56 Pero una criada, al verle
sentado al fuego, se fijó en él, y dijo: También éste estaba con él.
57 Pero él lo negó,
diciendo: Mujer, no lo conozco.
58 Un poco después, viéndole
otro, dijo: Tú también eres de ellos. Y Kefa dijo: Hombre, no lo soy.
59 Como una hora después, otro
afirmaba, diciendo: Verdaderamente también éste estaba con él, porque es
galileo.
60 Y Kefa dijo: Hombre, no
sé lo que dices. Y en seguida, mientras él todavía hablaba, el gallo cantó.
61 Entonces, vuelto el
Señor, miró a Kefa de lejos; y Kefa se acordó de la palabra del Señor, que le
había dicho: Antes que el gallo cante (antes de que amaneciere), me negarás
tres veces.
62 Y Kefa, saliendo fuera,
lloró amargamente por no llevar acabo su promesa.
63 Y los hombres romanos que
custodiaban al Rabino Yeshua se burlaban de él y le golpeaban con azotes
romanos;
64 y vendándole los ojos, le
golpeaban el rostro, y le preguntaban, diciendo: Profetiza, ¿quién es el que te
golpeó?
65 Y decían otras muchas
cosas injuriándole.
66 Cuando era de día, se
juntaron los ancianos del Bet Din Gadol
(Juzgado Mayor) falso del Pueblo, los falsos Sumos Sacerdotes Saduceos y los
Rabinos escribas de la Yeshiva
(Escuela Superior) del Rabino Shamai, y le trajeron al Bet
Din Gadol (Juzgado Mayor) falso, diciendo:
67 ¿Eres tú el Mashiaj (Mesías) Triunfante? Dínoslo. Y
les dijo: Si os lo dijere, no creeréis;
68 y también si os
preguntare, no me responderéis, ni me soltaréis.
69 Pero desde ahora el Hijo
del Hombre se sentaré a la diestra del poder de Adonai.
70 Dijeron todos: ¿Luego
eres tú el Hijo de Adonai? Y él les dijo: Vosotros decís que lo soy.
71 Entonces ellos dijeron:
¿Qué más testimonio necesitamos? porque nosotros mismos lo hemos oído de su
boca.
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