Historia de la Fiesta de Januca.
Janucá (חֲנֻכָּה, y sin puntuación diacrítica חנוכה),
llamada la "Fiesta de las Luces", es una Festividad Judaica que es
celebrado durante ocho días, y en la que se conmemora la derrota de los helenos,
y la recuperación de la independencia Judía a manos de los Macabeos sobre los
griegos, y la posterior purificación del Templo de Jerusalén de los iconos
paganos, del que se recuerda el milagro del Menorá (Candelabro), que ardió
durante ocho días consecutivos con una exigua cantidad de aceite. Así es como
esta tradición se volvió casi un milagro para las poblaciones.
El Rabino Yeshua Celebra la Fiesta de la Dedicación en Invierno Juan:10.22,23.
Historia y Tradición.
La Festividad de Janucá es desde la época del predominio
helénico en Israel, comenzada con la conquista de Alejandro Magno, en el año 332 a. M.;
y por supuesto, no se hace mención a ella en las Escrituras.
Cuando se corona
como rey de Siria a Antíoco IV Epífanes (175 y 164 a. M.), éste
decide helenizar al Pueblo de Israel, prohibiéndole así a los Judíos seguir sus
tradiciones y costumbres. Un grupo de Judíos conocido como los Macabeos (dado
que su líder era Yehudá Macabí), provenientes de la zona de Modiín, comenzaron
a rebelarse contra los soldados griegos, negándose a realizar actos que iban en
contra de su propia religión.
Tuvieron una lucha difícil, y eran una minoría
contra el ejército griego; sin embargo su estrategia, decisión y fe los
condujeron al milagro de Januca: ganar pocos contra muchos. Cuando termina la
guerra, los Macabeos regresan a Jerusalén y encuentran el Santo Templo
profanado, con la Menorá (un Candelabro de siete brazos) apagada, y aceite
ritualmente puro suficiente para encenderlo un sólo día. Tardaron ocho días en
conseguir más aceite; y sin embargo, el poco que tenían mantuvo encendida la Menorá
durante todo ese tiempo.
La Fiesta de Janucá se celebra durante ocho días, del 25 de Kislev al 2 de Tevet (o el 3 de Tevet,
cuando Kislev cuenta con sólo 29 días). Durante esta festividad se prende una januquillá
o candelabro de ocho brazos (más uno mayor). En la primera noche únicamente se
prende el brazo mayor y una vela, y cada noche se va aumentando una vela, hasta
el último día en el que todo el candelabro se enciende completo. Este hecho
conmemora el milagro de que el aceite duró ocho días.
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