miércoles, 1 de mayo de 2013

Interpretación de Los Hechos de los Apóstoles 23.


Hechos 23

01 El Rabino Shaulo se quedó mirando fijamente al Bet Din Gadol (Juzgado Mayor) falso y dijo: Hermanos, hasta hoy yo he actuado delante de Adonai con toda buena conciencia.

02 Ante esto, el falso Sumo Sacerdote Saduceo Ananías ordenó a los que estaban cerca del Rabino Shaulo que lo golpearan en la boca.

03 ¡Hipócrita, a usted también lo va a golpear Elokim! reaccionó el Rabino Shaulo. ¡Ahí está sentado para juzgarme según la Halaja (ley)!, ¿y usted mismo viola la Halaja (ley) al mandar que me golpeen?

04 Los que estaban junto al Rabino Shaulo le interpelaron: ¿Cómo te atreves a insultar al Sumo Sacerdote Saduceo de Adonai?

05 Hermanos, no me había dado cuenta de que es el Sumo Sacerdote respondió el Rabino Shaulo; de hecho está escrito en la Tora: "No hables mal del Jefe de tu Pueblo."

06 El Rabino Shaulo, sabiendo que unos de ellos eran saduceos del Rabino Tzadok (Sadoc) y los demás Fariseos del Rabino Shamai es decir 35 de Shamai y 35 Saduceos, exclamó en el Bet Din Gadol (Juzgado Mayor) falso: Hermanos, yo soy Fariseo de familia. Me están juzgando porque he puesto mi esperanza en la resurrección de los muertos.

07 Apenas dijo esto, surgió un altercado entre los 35 fariseos del Rabino Shamai y los 35 Saduceos del Rabino Tzadok, y la asamblea quedó dividida.

08 (Los Rabinos saduceos sostienen que no hay resurrección, ni ángeles ni espíritus; los Rabinos fariseos del Rabino Hilel y del Rabino Shamai, en cambio, reconocen todo esto.)

09 Se produjo un gran alboroto, y algunos de los Maestros de la Tora que eran fariseos del Rabino Shamai y tenían su Yeshiva (Escuela Rabínica) se pusieron de pie y protestaron. «No encontramos ningún delito en este hombre dijeron. ¿Acaso no podría haberle hablado un espíritu o un ángel parecida la voz de ese Yeshua que el Rabino Shaulo dice?»

10 Se tornó tan violento el altercado que el comandante tuvo miedo de que hicieran pedazos al Rabino Shaulo por ser Ciudadano romano. Así que ordenó a los soldados romanos que bajaran para sacarlo de allí del Bet Din Gadol (Juzgado Mayor) por la fuerza y llevárselo al cuartel.

11 A la noche siguiente el Señor y Rabino Yeshua se apareció al Rabino Shaulo desde la Nube de Gloria, y le dijo: «¡Ánimo! Así como has dado testimonio de mí en Jerusalén, es necesario que lo des también en Roma.»

12 Muy de mañana los Judíos y Rabinos Saduceos tramaron una conspiración y juraron bajo maldición no comer ni beber hasta que lograran matar al Rabino Shaulo.

13 Más de cuarenta hombres estaban implicados en esta conspiración.

14 Se presentaron ante los Jefes de los Sacerdotes Saduceos falsos y los del Bet Din Gadol (Juzgado Mayor) falso, y les dijeron: Nosotros hemos jurado bajo maldición no comer nada hasta que logremos matar al Rabino Shaulo.

15 Ahora, con el respaldo del Bet Din Gadol (Juzgado Mayor) Saduceo, pídanle al comandante que haga comparecer al reo ante ustedes, con el pretexto de obtener información más precisa sobre su caso. Nosotros estaremos listos para matarlo en el camino.

16 Pero cuando el hijo de la hermana del Rabino Shaulo se enteró de esta emboscada, entró en el cuartel y avisó al Rabino Shaulo.

17 Éste como Ciudadano romano llamó entonces a uno de los centuriones y le pidió: Lleve a este joven al comandante, porque tiene algo que decirle.

18 Así que el centurión lo llevó al comandante, y le dijo: El preso Shaulo que es Ciudadano romano me llamó y me pidió que le trajera este joven, porque tiene algo que decirle.

19 El comandante tomó de la mano al joven, lo llevó aparte y le preguntó: ¿Qué quieres decirme?

20 Los Judíos Saduceos se han puesto de acuerdo para pedirle a usted que mañana lleve al Rabino Shaulo ante el Bet Din Gadol (Juzgado Mayor) Saduceo con el pretexto de obtener información más precisa acerca de él.

21 No se deje convencer, porque más de cuarenta de ellos lo esperan emboscados. Han jurado bajo maldición no comer ni beber hasta que hayan logrado matarlo. Ya están listos; sólo aguardan a que usted les conceda su petición.

22 El comandante despidió al joven con esta advertencia: No le digas a nadie que me has informado de esto.

23 Entonces el comandante llamó a dos de sus centuriones y les ordenó: Alisten un destacamento de doscientos soldados de infantería, setenta de caballería y doscientos lanceros para que vayan a Cesárea esta noche a las nueve.

24 Y preparen cabalgaduras para llevar al Ciudadano romano Shaulo sano y salvo al gobernador Félix.

25 Además, escribió una carta en estos términos:

26 Claudio Lisias, a su excelencia el gobernador Félix: Saludos.

27 Los Judíos prendieron a este hombre y estaban a punto de matarlo, pero yo llegué con mis soldados y lo rescaté, porque me había enterado de que es Ciudadano romano.

28 Yo quería saber de qué lo acusaban, así que lo llevé al Consejo Judío.

29 Descubrí que lo acusaban de algunas cuestiones de su religión y ley Judía, pero no había contra él cargo alguno que mereciera la muerte o la cárcel según la ley romana.

30 Cuando me informaron que se tramaba una conspiración contra este hombre, decidí enviarlo a usted en seguida. También les ordené a sus acusadores que expongan delante de usted los cargos que tengan contra él.

31 Así que los soldados, según se les había ordenado, tomaron al Rabino Shaulo y lo llevaron de noche hasta Antípatris.

32 Al día siguiente dejaron que la caballería siguiera con él mientras ellos volvían al cuartel.

33 Cuando la caballería llegó a Cesárea, le entregaron la carta al gobernador y le presentaron también al Rabino Shaulo.

34 Félix leyó la carta y le preguntó de qué provincia romana era. Al enterarse de que el Rabino Shaulo era de Cilicia,

35 le dijo: «Te daré audiencia cuando lleguen tus acusadores.» Y ordenó que lo dejaran bajo custodia en el palacio del falso Rey Herodes.

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