domingo, 28 de abril de 2013

Bershit (Génesis) 19 Comentado.


Bereshit (Génesis) Capitulo 19.

Destrucción de Sedom.

1 Llegaron los dos ángeles a Sedom, al atardecer. Lot estaba sentado en el portal de la ciudad de Sedom. Lot los vio, se levantó para recibirlos y se prosternó de cara a tierra. (Ese mismo día Lot había sido designado Presidente de la Corte de Justicia de Sedom. Por aquellos tiempos, los tribunales solían funcionar en los portales de acceso a las ciudades; y por eso es que el versículo especifica que Lot estaba allí.)

2 Les dijo: “Por favor, señores míos. Vayan hacia (mi casa,) la casa de su servidor, pernocten y laven sus pies. Levántense temprano y sigan su camino.” Pero ellos respondieron: “No, pernoctaremos en la calle”. (Lit. no dice “vayan” sino “apártense”, o sea “vayan a mi casa por un camino secundario, apártense del camino principal, porque si los descubren los sedomitas les harán daño”).

3 Les insistió mucho, de manera que se desviaron hacia su casa y entraron. Él les hizo un agasajo, horneó matzot y comieron. (Era Pesaj, la Festividad en la que se come matzot, el pan sin leudar).

4 Todavía no se habían acostado cuando la gente de la ciudad, la gente de Sedom (los perversos), cercaron la casa. Tanto jóvenes como ancianos  todo el pueblo, desde un extremo (de la ciudad al otro).

5 Llamaron a Lot y le preguntaron: “¿Dónde están los hombres que vinieron a ti esta noche? ¡Sácalos para que los conozcamos!” (“conocer”, en este caso, denota sodomía).

6 Lot salió al encuentro de ellos, a la entrada, y cerró la puerta tras sí.

7 Y dijo: “Por favor, hermanos míos, no hagan maldad.

8 Miren, tengo dos hijas que nunca han conocido hombre alguno. Las sacaré para Uds. y hagan con ellas como bien les parezca. Pero a estos hombres no les hagan nada, pues han venido a la sombra de mi techo.”

9 Y ellos respondieron: “¡Hazte a un lado!”. (También) dijeron: “¿Este (Lot) vino como inmigrante y pretende juzgar como juez? ¡Ahora te haremos a ti peor que a ellos!” Y forcejearon contra el hombre, contra Lot, con gran violencia y se acercaron para romper la puerta.

10 Entonces los hombres (los ángeles huéspedes) extendieron su mano y metieron a Lot consigo, dentro de la casa, y cerraron la puerta.

11 Y a los hombres que estaban a la entrada de la casa les causaron ceguera, desde el pequeño hasta el grande, por lo que en vano trataron de encontrar la entrada.

12 Y dijeron los visitantes a Lot: “¿A quién más tienes aquí?, ¿un yerno, tus hijos, tus hijas? (Lot no tenía hijos varones, por lo que la frase debería leerse así: ¿A quién más tienes aquí?, ¿tus nietos, tus hijas? A quienquiera que tengas en la ciudad, sácalo del lugar,

13 pues destruiremos este sitio porque ha llegado a ser mayúsculo el clamor contra ellos ante Hashem (ya que su tacañeria también a subido ante Elokim). Y Hashem nos ha enviado a destruirlo”.

14 Lot salió y habló a sus yernos y a los novios comprometidos con sus hijas y les dijo: “¡Levántense! Salgan de este lugar, porque Hashem va a destruir esta ciudad.” Pero pareció un comediante a los ojos de sus yernos (cuatro hijas tenía Lot: dos casadas y dos comprometidas.)

15 Al despuntar el alba los ángeles apremiaron a Lot, diciendo: “¡Levántate! Toma a tu mujer y a tus dos hijas que se hallan contigo. No sea que mueras por la perversidad de la ciudad!”.

16 Pero él se demoraba y los hombres tomaron fuerte su mano, la mano de su mujer y la mano de sus dos hijas, en la piedad de Hashem para con él, y los sacaron y los dejaron fuera de la ciudad.

17 Cuando los sacó afuera, (uno de los ángeles) le dijo: “¡Escapa!, ¡por tu vida!, ¡no mires atrás, no te detengas en toda la planicie. Escapa a la montaña para que no mueras!” («No mires para atrás», no mires la destrucción de Sodoma  o sea, respeta la dignidad de tu semejante en su caída).

18 Lot les respondió: “¡No!”, “Por favor no, mi Amo.

19 Mira, (yo,) tu servidor me he congraciado contigo, e inmensa ha sido tu bondad para conmigo al salvarme la vida. Pero yo no puedo escapar a la montaña, porque la destrucción me puede alcanzar y puedo morir.

20 Mira, por favor, hay una pequeña ciudad aquí cerca a la que puedo huir. Déjame escapar allí. ¿No es insignificante acaso?, y sobreviviré.” (Es una ciudad habitada desde hace poco tiempo, de modo que sus pecados son insignificantes aún, y por ende no la destruirás. Quiero sobrevivir en ella).

21 (El ángel) le respondió: “Mira, te otorgo especial consideración también respecto de este asunto: no destruiré la ciudad de la cual has hablado.

22 ¡Rápido, escapa allá!, porque nada podré hacer hasta que llegues allí.” Por eso llamó a la ciudad con el nombre de Tzoar (En el vers. 13 los ángeles dijeron: «Destruiremos este sitio», atribuyéndose a sí mismos, y no a Hashem, la facultad de hacerlo. Por eso en el vers. 22 Hashem castigó a los ángeles instándolos a reconocer que carecen de autoridad y que son un mero instrumento al servicio del Supremo.) (El nombre Tzoar ciudad llamada Bela en Gén. 14:2 está etimológicamente relacionado con mitzar: “pequeño”, “insignificante”).

23 El sol salió sobre la tierra (en ese momento los sedomitas adoraban al sol) y Lot llegó a Tzoar.

24 Y Hashem hizo llover sobre Sedom y Amorá sulfuro y fuego proveniente de Hashem, desde el cielo.

25 Él dio vuelta (destruyó) aquellas ciudades y toda la planicie, con todos los habitantes de las ciudades y toda la vegetación de la tierra. (Esas cuatro ciudades estaban ubicadas en una roca. Y Hashem -literalmente- dio vuelta la roca.)

26 Pero su mujer miró por detrás de él (de Lot) y se convirtió en un pilar de sal.

27 Madrugó Abraham y fue al lugar donde había estado parado ante Hashem

28 y miró hacia Sedom y Amorá y todo el área de la planicie. Y vio que subía el humo de la tierra como el humo de un horno de cal.

29 Al destruir Elokim las ciudades de la planicie, Elokim recordó a Abraham. Por eso, al dar vuelta las ciudades donde Lot habitaba, Él permitió que Lot huyera de la revuelta. (Elokim recordó que cuando Abraham llegó a Egipto y presentó a Sará como su hermana, para evitar que lo mataran Gén. 12:13, Lot que estaba escuchando tuvo piedad de Abraham y guardó silencio. Por eso ahora Elokim se apiadó de Lot).

30 Lot se fue de Tzoar y se estableció en la montaña junto a sus dos hijas, porque tuvo miedo de quedarse en Tzoar (porque estaba próxima a Sodoma). Él y sus dos hijas habitaron en una cueva.

Las hijas de Lot se acuestan con su padre.

31 La mayor le dijo a la menor: “Nuestro padre es anciano y no hay hombre en la tierra para mantener relaciones con nosotras como es usual. (Ellas creían que, al igual que en el diluvio, todo el mundo fue destruido con Sodoma y Gomorra.)

32 Ven, embriaguemos a nuestro padre con vino y acostémonos con él, así tendremos descendencia a través de nuestro padre.”

33 En aquella noche embriagaron a su padre con vino. Luego entró la mayor y se acostó con su padre y él no supo cuando ella se acostó ni cuando se levantó.

34 Al día siguiente la mayor le dijo a la menor: “Anoche me acosté con mi padre. Hagámosle beber vino esta noche también y tú irás y te acostarás con él y así tendremos descendencia a través de nuestro padre.”

35 De modo que también aquella noche embriagaron con vino a su padre. Entonces se levantó la menor y se acostó con él. Y él no supo cuando ella se acostó ni cuando se levantó.

36 Las dos hijas de Lot quedaron embarazadas de su padre.

37 La mayor dio a luz un hijo y lo llamó Moav. Es el ancestro de los Moavitas, hasta hoy. (Moav significa «hijo de padre» La mayor era una mujer inmodesta, no tuvo escrúpulos en declarar que su hijo era el producto de la relación de ella con su propio padre).

38 Y la menor también dio a luz un hijo y lo llamó Ben Amí («Hijo de mi pueblo».) Es el ancestro de los amonitas, hasta hoy. (Sobre la ubicación de Amón y Moav)

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