martes, 4 de junio de 2013

Las Letras ante Dios!!!


“En el Comienzo”

Rabí Jamauna el Venerable dijo: Encontramos aquí una inversión del orden de las letras del Alfabeto, las primeras dos palabras Bereshit bará (“En el comienzo El  creó”) comenzando con Bet, mientras las dos palabras siguientes, Elokim eth (“Dios el”) comienza con Alef. La razón es como sigue:
Cuando el Santo, Bendito Sea, estaba por hacer el mundo todas las letras del alfabeto eran todavía embrionarias y durante dos mil años, el Santo, Bendito Sea, las ha contemplado y jugado con ellas. Cuando llegó a crear el mundo, todas las letras se presentaron ante El en orden inverso.

La letra Tav se adelantó al frente y pidió: Que Te plazca, oh Señor del mundo, colocarme de primera en la creación del mundo, dado que soy la letra final de EmeT (“Verdad”) que está grabada en Tu sello y dado que Tú eres llamado por ese Nombre Emet, es de lo más apropiado para el Rey comenzar con la letra final de Emet y conmigo crear el mundo.

El Santo, Bendito Sea, le dijo: Eres digna y meritoria, pero no es adecuado que Yo comience por ti la creación del mundo, dado que estás destinada a servir como un signo en las frentes de los fieles, que han recibido la Ley de Alef hasta Tav, y por la ausencia de este signo los demás serán matados y, además, tú constituyes la conclusión de MaveT (“Muerte”). De ahí que no cabe contigo iniciar la creación del mundo.

Entonces la letra Shin se presentó y pidió: Oh Señor del mundo, que te plazca comenzar por mí el mundo, pues soy la letra inicial de Tu nombre Shadai (“Todopoderoso”), y es de lo más adecuado crear el mundo mediante este Santo Nombre.

En respuesta, El dijo: Eres digna, eres buena, eres verdadera, pero no puedo comenzar por ti la creación del mundo, pues formas parte del grupo de letras que expresan falsedad (Shéker), que no es capaz de existir a menos que la Kof y la Resh te lleven en su compañía; de ahí es que una mentira para ser creída debe siempre comenzar con algo verdadero. Pues la Shin es una letra de verdad, esa letra por la cual los patriarcas tomaban con Dios, pero Kof y Resh son letras que pertenecen al lado malo, que para permanecer firmes se ligan a la Shin, formando así una conjura (Késher). Habiendo oído esto la Shin partió.

Entra la letra Tzadé y dice: Oh Señor del mundo, que te plazca crear por mí el mundo, puesto que soy el signo de los Justos (Tzadikim) y de Ti mismo, que eres llamado Justo, como está escrito: “Pues el Señor es Justo. El ama la justicia”, y por ello cuadra crear el mundo por mí.

El Señor le dio esta respuesta: Tzadé, tú eres Tzadé y significas justicia, pero debes ser escondida, no has de salir a lo abierto mientras puedas dar al mundo causa para ofensa. Pues tú consistes de la letra Nun llevando arriba la letra Yod, que representan juntas los principios masculinos y femeninos. Y este es el misterio de la creación del primer hombre, que fue creado con dos rostros, masculino y femenino, combinados. De la misma manera la Nun y la Yod en el Tzadé están dirigidas de espalda a espalda y no de rostro a rostro, ya sea que la Tzadé esté dirigida hacia arriba o dada vuelta hacia abajo. El Santo, Bendito Sea, le dijo luego: Oportunamente te dividiré en dos de modo de aparecer rostro a rostro, pero tú ascenderás en otro lugar. Entonces partió.

La letra PE se presentó y pidió así: Que te plazca, oh Señor del mundo, crear a través mío el mundo, pues yo significo redención y liberación (Purkaná, Pedut), que has de otorgar al mundo. De ahí que por mí el mundo habría de ser creado.

El Señor contestó: Tú eres digna, pero tú representas transgresión (Peschá) y, más aún, estás formada como la serpiente que tiene su cabeza ensortijada en su cuerpo, simbólica del hombre culpable que oculta su cabeza y extiende su mano.

La letra Ayin fue igualmente rechazada debido a que con ella empieza iniquidad (Avon), a pesar de su alegato de que representa la humildad (Anavá).

Luego apareció la Sámej y dijo: Oh Señor del mundo, que te plazca crear a través mío el mundo pues represento el sostén (Semijá) de los caídos, como está escrito: “El Señor sostiene a todos los caídos”.

El Señor le contestó: Esta es justamente la razón por la que has de permanecer en tu sitio, y no has de abandonarlo, pues ¿cuál sería la suerte de los caídos al ver que se hallan sostenidos por ti? Ella partió inmediatamente.

La Nun entró y alegó sus méritos como siendo la letra inicial de “tremendo” (Norá) en alabanzas, así como “Hermosa, en Nava, es la alabanza por los justos”.

El Señor dijo: Oh Nun, retorna a tu sitio, pues es en consideración a ti, como representante de los que caen (NOFELIM) que la Sámej volvió a su sitio.

Permanece, por eso, bajo la protección de ella. La Nun volvió inmediatamente a su sitio.

La Mem apareció y dijo: Oh Señor del mundo, que te plazca crear a través mío el  mundo, pues yo comienzo la palabra MELEJ (“Rey”) que es Tú título.

El Señor replicó: Así es seguramente, pero no puedo emplearte en la creación del mundo por la razón de que el mundo requiere un Rey; retorna por eso a tu lugar, junto con la Lámed y la Kaf, dado que el mundo no puede existir sin Melej (“Rey”).

En ese momento la Kaf descendió de su trono de gloria y estremecida y temblorosa dijo: Oh Señor del Universo, que te plazca comenzar a través mío la creación del mundo, pues soy tu propio KABOD (“Honor”). Y cuando Kaf descendió de su trono de gloria, comenzaron a sacudirse doscientas mil palabras, el trono tembló y todos los mundos se estremecieron y estaban a punto de caer en la ruina.

El Santo, Bendito Sea Su Nombre, le dijo: Kaf, Kaf, ¿qué haces aquí? No crearé el mundo contigo; retorna a tu lugar, pues estás por el exterminio (Kelayá).

Retorna, pues, a tu lugar y permanece allí. Inmediatamente ella partió y volvió a su propio sitio.

La letra Yod se presentó entonces y dijo: Que Te plazca, oh Señor, otorgarme el primer puesto en la creación del mundo, porque yo estoy como primera en el Sagrado Nombre.

El Señor le dijo: Es suficiente para ti el que te hayas grabado y marcado en Mí mismo y que seas el conducto de Mí voluntad; no has de ser separada de Mi nombre.

La Tet vino entonces y dijo: Oh, Señor del Universo, que te plazca colocarme a la cabeza en la creación del mundo, pues a través mío eres llamado Bueno (Tov) y recto.

El Señor le dijo: No crearé el mundo a través tuyo, porque la bondad que tú representas está escondida y guardada dentro de ti mismo, como está escrito: “¡Cuán grande es Tú bondad que has guardado los que Te temen”. Desde entonces está atesorada en ti misma, no tiene parte en el mundo que Yo estoy por crear, pues solamente se halla en el mundo por venir. Y luego, es a causa de que tu bondad está escondida dentro de ti que las puertas del Templo están hundidas en el suelo, como está escrito: “Hundidas (Tabe) en tierra están sus puertas”.

Y además, la letra Jet está a tu lado, y cuando se juntan forman pecado (Jet). Por eso estas dos letras no se encuentran en el nombre de ninguna de las Tribus. Ella partió inmediatamente.

Entonces la Zayin se presentó y expuso su pretensión, diciendo: Oh, Señor del mundo, que te plazca ponerme a la cabeza de la creación, pues yo represento la observancia del Shabat como está escrito. “Recuerda (Zajor) el día del Shabat para santificarlo”.

El Señor replicó: No crearé el mundo a través tuyo, pues tú representas la guerra, porque tu forma es como una espada puntiaguda o una lanza. La Zayin partió inmediatamente de su presencia.

La Vav entró y expuso sus pretensiones diciendo: Oh, Señor del mundo, que te plazca emplearme primera en la creación del mundo, pues yo soy una de las letras de Tu Nombre.

El Señor le dijo: A ti, Vav, como a la Hé, que os baste con ser de las letras de Mi Nombre, grabadas e impresas en Mi nombre. Por eso no os daré lugar primero en la creación del mundo.

Entonces apareció la letra Daled, y también la letra Guimel y presentaron sus reclamos.

El Señor les dio una respuesta parecida diciendo: Ha de bastaros con permanecer juntas, la una al lado de la otra, “porque no dejará de haber menesterosos en la tierra”, que así necesitarán de benevolencia. Pues la Daled significa pobreza (Dalut) y la Guímel significa benevolencia (Guemul). Por eso no os separéis la una de la otra y que os baste con sosteneros recíprocamente.

Entonces entró la Bet y dijo: Oh Señor del mundo, que te plazca ponerme primera en la creación del mundo, pues yo represento las bendiciones (Berajot) ofrecidas a Ti, en lo alto y abajo.

El Santo, Bendito Sea, le dijo: Seguramente contigo crearé el mundo y tú formarás el comienzo en la creación del mundo.

La letra Alef permaneció en su sitio sin presentarse.

Dijo el Santo, Bendito Sea Su Nombre: Alef, Alef, ¿por qué no vienes tú delante de Mí como las demás letras?

Ella contestó: Porque veo a todas las otras letras abandonando tu presencia sin éxito alguno. ¿Qué puedo, entonces, lograr yo? Y, además, desde que Tú has dotado a la letra Bet con este gran don, no es adecuado para el Rey Supremo retirar el don que ya ha hecho a Su servidora y otorgarlo a otra.

El Señor le dijo: Alef, Alef, aunque comenzaré la creación del mundo con la Bet, tú serás la primera de las letras. Mi unidad sólo se expresará a través tuyo, sobre ti se basarán todos los cálculos y operaciones del mundo, y la unidad solamente se expresará por la letra Alef.

Entonces el Santo, Bendito Sea Su Nombre, hizo letras del mundo superior de un modelo grande y letras del mundo inferior de un modelo pequeño. Por eso tenemos dos palabras que comienzan con Bet (Bereshit bará) y luego dos palabras que comienzan con Alef (Elokim Et). Ellas representan las letras del mundo superior y las letras del mundo inferior, las cuales dos operan arriba y abajo, juntas y como una.

Tomado del "Libro del Esplendor".


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