domingo, 30 de junio de 2013

Interpretación de Lucas 15 y 16 (Midrash ha Hilel 15 va 16)

Hilel (Lucas) Perek (Capitulo) 15

01 Se acercaban al Rabino Yeshua todos los publicanos y pecadores para oírle,

02 y los Rabinos fariseos del Rabino Shamai y los Rabinos Escribas del Rabino Shamai murmuraban, diciendo: Este Rabino a los pecadores recibe, y con ellos come.

03 Entonces él les refirió esta Mashal (Palabras que Benefician a unos y Perjudican a otros), diciendo:

04 ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla?

05 Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso así como hizo Moshe;

06 y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido.

07 Les digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve Tzadikim (Justos) que no necesitan de Teshuva (Arrepentimiento).

08 ¿O qué mujer que tiene diez Shekelim (Monedas de Israel), si pierde uno, no enciende la lámpara, y barre la casa, y busca con diligencia hasta encontrarla?

09 Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, diciendo: Gozaos conmigo, porque he encontrado el Shekel que había perdido.

10 Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Adonai por un pecador que se arrepiente.

11 También dijo: Un hombre tenía dos hijos;

12 y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes.

13 No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente.

14 Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle.

15 Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos.

16 Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba.

17 Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!

18 Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.

19 Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.

20 Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.

21 Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo.

22 Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies.

23 Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta;

24 porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.

25 Y su hijo mayor estaba en el campo; y cuando vino, y llegó cerca de la casa, oyó la música y vio las danzas;

26 y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello.

27 El le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano.

28 Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase.

29 Más él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos.

30 Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo.

31 El entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas.

32 Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado.

Hilel (Lucas) Perek (Capitulo) 16

01 Dijo también a sus Talmidim (Discípulos): Había un hombre rico que tenía un mayordomo, y éste fue acusado ante él como disipador de sus bienes.

02 Entonces le llamó, y le dijo: ¿Qué es esto que oigo acerca de ti? Da cuenta de tu mayordomía, porque ya no podrás más ser mayordomo.

03 Entonces el mayordomo dijo para sí: ¿Qué haré? Porque mi amo me quita la mayordomía. Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza.

04 Ya sé lo que haré para que cuando se me quite de la mayordomía, me reciban en sus casas.

05 Y llamando a cada uno de los deudores de su amo, dijo al primero: ¿Cuánto debes a mi amo?

06 El dijo: Cien barriles de aceite. Y le dijo: Toma tu cuenta, siéntate pronto, y escribe cincuenta.

07 Después dijo a otro: Y tú, ¿cuánto debes? Y él dijo: Cien medidas de trigo. El le dijo: Toma tu cuenta, y escribe ochenta.

08 Y alabó el amo al mayordomo malo por haber hecho sagazmente; porque los hijos de este siglo son más sagaces en el trato con sus semejantes que los hijos de luz.

09 Y yo os digo: Ganad amigos por medio de las riquezas injustas, para que cuando éstas falten, os reciban en las moradas eternas.

10 El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto.

11 Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero?

12 Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro?

13 Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Adonai con el Maaser (Diezmo) agricola en el Templo de Jerusalén y a Maamón (riquezas) para si.

14 Y oían también todas estas cosas los Rabinos fariseos del Rabino Shamai, que eran avaros, y se burlaban de él.

15 Entonces les dijo: Vosotros Rabinos fariseos sois del Rabino Shamai los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Adonai conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Adonai es abominación.

16 La Tora y los Neviim (Profetas = Predicadores) eran hasta al Rabino y Cohen Ha Gadol (Sumo Sacerdote) Verdadero Yojanán; desde entonces el reino Eterno de Adonai es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él.

17 Pero más fácil es que pasen el cielo y la tierra, que se frustre una tilde de la Tora.

18 Todo el que repudia a su mujer por cualquier causa y no por la infidelidad y le da carta de divorcio, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada del marido, adultera. El divorcio se admite y se da solo por causa de infidelidad del conyugue.

19 Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino (Los Rabinos fariseos del Rabino Shamai y los Rabinos Saduceos del Rabino Tzadok), y hacía cada día banquete con esplendidez.

20 Había también un mendigo llamado Eleatzar (Lázaro) (todos aquellos que eran aborrecidos por los Rabinos fariseos y los Rabinos saduceos), que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas,

21 y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas.

22 Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado.

23 Y en el infierno alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Eleatzar (Lázaro) en su seno.

24 Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Eleatzar (Lázaro) para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama.

25 Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Eleatzar (Lázaro) también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado.

26 Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá.

27 Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre,

28 porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento.

29 Y Abraham le dijo: A Moshe y su Tora junto con la Haftará (los profetas) tienen; óiganlos.

30 El entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán.


31 Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moshe y su Tora junto con  la Haftará (los profetas), tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos.

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