domingo, 3 de febrero de 2013

Bereshit (Génesis) 3 Comentado.


BERESHIT (GÉNESIS) CAPITULO 3.

Comiendo del fruto prohibido.

El Talmud presenta una minuciosa descripción de las doce horas que transcurren desde el comienzo de la creación de Adam hasta su expulsión del Paraíso: 1a HORA: Hashem junta tierra de todos los rincones del mundo. HORA: Forma una masa corpórea. 3a HORA: Forma sus miembros. 4a HORA: Le confiere un alma. 5a HORA: Lo pone de pie. 6a HORA: Adam da nombres a todos los animales. Creación de la mujer. 7a HORA: Hombre y mujer cohabitan. 8a HORA: Nacen Caín y Hével (Abel). 9a HORA: Hashem ordena no comer del Árbol. 10ª HORA: Comen del fruto prohibido. 11a HORA: Sentencia de expulsión. 12a HORA: Expulsión.

1 La serpiente era la más astuta de todos los animales silvestres que Hashem, Elokim, hizo; y le dijo a la mujer: “¿Así que Elokim, dijo que no coman de ninguno de los árboles del Jardín?.”

2 “Del fruto de los árboles del Jardín podemos comer”, respondió la mujer,

3 “pero en cuanto al fruto del árbol que está en medio del Jardín, dijo Elokim: «No coman de él ni lo toquen (dijo Adam), no sea que mueran»”. (En rigor de verdad, no tenían prohibido tocar el árbol, tan solo comer de él. ver Gén. 2: 17. Pero a la mujer extendió la prohibición.)

4 Dijo la serpiente a la mujer: “No, no morirán (si comen del árbol)

5 Elokim sabe que el día que Uds. coman de él, se abrirán sus ojos y serán como Elokim, (creadores de mundos,) conocedores del bien y el mal, (Y Elokim quiere la exclusividad para Él, por eso no permite que Uds. coman del árbol del conocimiento)”.

6 Cuando la mujer vio (ciertas las palabras de la serpiente en el sentido de) que el árbol era bueno para comer (y así lograr equipararse a Elokim) y una tentación para los ojos (porque comiendo del árbol se les abrirían sus ojos), y que el árbol era propicio para lograr conciencia (acerca del bien y el mal), tomó su fruto y comió; y le dio también a su esposo que estaba con ella. Y también él comió. (Le dio a él para evitar morir ella sola y que él sobreviviese y se case con otra).

7 Entonces se abrieron los ojos de ambos y asumieron que estaban desnudos. Cosieron hojas de higuera y se hicieron taparrabos.

8 Oyeron la voz de Hashem, Elokim, que estaba propagándose en el Jardín hacia el oeste. El hombre y su mujer se ocultaron de la presencia de Hashem, Elokim, entre los árboles del Jardín.

9 Hashem, Elokim, llamó al hombre y le dijo: “¿Dónde estás?” (Evidentemente, Hashem sabía dónde estaba Adam. La pregunta intenta abrir un diálogo, una puerta para el Arrepentimiento de Adam. Otros ven en esta pregunta retórica el constante planteo de Hashem al hombre:” ¿¡Adónde estás, qué estás haciendo de tu vida!? ¡Supérate, trasciende tus propias limitaciones!”).

10 Y él respondió: “Escuché Tu voz en el Jardín y tuve miedo pues estoy desnudo, y me escondí.”

11 “¿Quién te dijo que estabas desnudo? (¿cómo fue que incorporaste el concepto del bien y el mal?)”, replicó Elokim, “¿¡acaso comiste del Árbol del cual te mandé que no comieses!?”

12 Dijo el hombre: “La mujer que tú me diste, ella me dio del árbol y comí”. (Adam acusa a Hashem de su propio error.)

13 Entonces dijo Hashem, Elokim, a la mujer: “¿Qué hiciste?”. La mujer respondió: “La serpiente me sedujo y comí.”

14 Dijo Hashem, Elokim, a la serpiente: “Por haber hecho esto, serás más maldecida que todo animal de ganado y más que toda bestia silvestre. Sobre tu vientre andarás y polvo comerás todos los días de su vida.

15 Pondré enemistad entre ti y la mujer y entre tu descendencia y su descendencia. El te golpeará la cabeza y tú le morderás el talón”.

16 A la mujer le dijo: “Incrementaré mucho tu sufrimiento y tu embarazo (Sufrirás mucho en tus embarazos y sufrirás mucho en la crianza de tus hijos). Y con sufrimiento darás a luz. Desearás a tu esposo y él te dominará. (Se refiere a las relaciones maritales la mujer desea a su esposo pero la iniciativa es de él).

17 Y al hombre le dijo: “Por haber escuchado la voz de tu mujer y haber comido del Árbol que específicamente te prohibí, sobre el que te dije: “¡No comas de él!”, ¡maldita sea la tierra por tu causa (la tierra producirá malditos insectos contra ti, y así) con sufrimiento comerás de ella todos los días de tu vida,

18 espinos y abrojos producirá para ti y comerás la hierba silvestre! (sembrarás legumbres, pero cosecharás cardos.)

19 ¡Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra de donde fuiste tomado, porque polvo eres y al polvo volverás!” (Hasta ahora, la tierra producía exquisiteces listas para comer. A partir de ahora, el hombre come del producto de su esfuerzo).

20 (Retoma el relato de Gén. 2:20) El hombre llamó a su esposa con el nombre de Javá (Lit. “la que da vida”), porque ella fue la madre de todo ser viviente.

21 E hizo Hashem, Elokim, para el hombre y para su mujer túnicas de piel, y los visitó. (La prohibición de comer el fruto prohibido era de sólo tres horas; y después quedaba sin efecto). (A fin de no humillarlo, Hashem se abstuvo de mencionar cuál era ese fruto prohibido). (A partir del momento en que Adam come del fruto prohibido, el bien y el mal quedan perfectamente diferenciados. Y así, el libre albedrío fundamento de la existencia cobra todo tu sentido.)

La expulsión del Edén (Encanto).

22 Dijo Hashem, Elokim: “Mira, el hombre se ha vuelto como único entre nosotros en cuanto al discernimiento entre el bien y el mal. Ahora no sea que extienda su mano y tome también el Árbol de La Vida, y coma y viva para siempre”. (En lo referente al bien y el mal, Hashem es Único arriba y el hombre único abajo sólo ellos tienen libre albedrío. En contraste, los ángeles y los animales carecen de tal capacidad).

23 Entonces, Hashem, Elokim, lo echó del Gan Edén para que trabaje la tierra de la que había sido tomado.

24 Después de haber echado al hombre, ubicó al este del Gan Edén a los Querubines con el filo de la espada blandiente, para proteger el camino al Árbol de la Vida. (Los Querubines son ángeles. En este caso, ángeles de la destrucción.)

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