El Espíritu Santo en el Judaísmo.

El Ruaj Ha Kodesh (Espíritu Santo) en el Judaísmo.

01.- En la Enseñanza Judía, el Espíritu Santo es mencionado como «Ruaj Ha Kodesh», expresión que puede traducirse como el «aliento o soplo de Adonai» o «Espíritu de Adonai». (Genesis:1.2).

02.- Dicho Espíritu es una incorporación del Poder Creador y vital Divino a través del cual Adonai participa en la creación y opera sobre ella. (Genesis:1.1).

03.- Nunca se trata de algo autónomo e independiente, que tenga voluntad propia, sino de una Cualidad de Adonai, al modo que la belleza o la sabiduría de una persona opera y actúa como fuerza efectiva, sin que se puedan separar de su portador. (Genesis:1.26,27).

04.- En tanto que aliento, se puede decir conformadamente que «habla». En tanto que fuerza creadora y vivificante, se puede decir que «crea» y «mantiene creado» el mundo. (Genesis:1.3ª,3b).

05.- Tal como se ha mencionado anteriormente, otro aspecto de su «riqueza» es la de dirigir a Reyes y Profetas. Por él, los Reyes son ungidos y capacitados para gobernar. Por él, los Profetas son inspirados y comunican el mensaje de Adonai. (Joel:1.1)

06.- Dado que el Espíritu Santo procede de Adonai y El lo conoce todo, se le atribuye el don de Profecía (Predicación). Asimismo es el vehículo de la revelación. En consecuencia, el Espíritu Santo es el inspirador de la Sagrada Escritura Hebrea (Hebreos:1.1, Isaias:11.2).

07.- El Espíritu Santo, cuando habita en una persona, la purifica elevando su condición moral. En este sentido, la persona es «santificada - apartada» por su acción. Asimismo, podía perderlo a causa de su debilidad pecaminosa. (Romanos:8.1-10, Galatas:5.22,23.)