sábado, 19 de enero de 2013

Interpretación de los Hechos de los Apóstoles 4


Hechos 4.

01 Mientras los Rabinos Kefa y Yojanan le hablaban a la gente, se les presentaron los falsos Sumos Sacerdotes Saduceos, el capitán de los soldados de los Zelotes de la guardia del Templo y los Saduceos del falso Bet Din Gadol (Juzgado Mayor).

02 Estaban muy disgustados porque los Rabinos Enviados enseñaban a la gente la verdadera Tora y proclamaban la resurrección, que se había hecho evidente en el caso del Rabino Yeshua.

03 Prendieron los soldados Zelotes a los Rabinos Kefa y a Yojanan y, como ya anochecía, los metieron en la cárcel hasta el día siguiente.

04 Pero muchos Judíos de los que oyeron el mensaje creyeron, y el número de éstos llegaba a unos cinco mil.

05 Al día siguiente se reunieron en Jerusalén los gobernantes falsos del Pueblo, los ancianos del Bet Din Gadol (Juzgado Mayor) y los Rabinos (Maestros) de Shamai de la Halajá (Ley).

06 Allí estaban los falsos Cohenim Gadolim (Sumos Sacerdotes) Saduceo Anás, Caifás, Yojanán, Alejandro y los otros miembros de la familia del Sumo Sacerdote falso.

07 Hicieron que los Rabinos Kefa y Yojanan comparecieran ante ellos y comenzaron a interrogarlos: ¿Con qué Autoridad Rabínica, o en nombre de qué Rabino hicieron ustedes esto?

08 El Rabino Kefa, lleno del Ruaj Hakodesh (Espíritu Santo), les respondió: Gobernantes del pueblo y Zakenim (Ancianos) del Bet Din Gadol (Juzgado Mayor) falso:

09 Hoy se nos procesa por haber favorecido a un inválido, ¡y se nos pregunta cómo fue sanado!

10 Sepan, pues, todos ustedes y todo el pueblo de Israel que este hombre está aquí delante de ustedes, sano gracias a los méritos del Rabino y Baal Shem Tov (Persona del Buen Nombre) Yeshua el Mesías que vivió en Nazaret, y fue colgado por la acusación de ustedes en el madero, pero resucitado por el Padre Adonai.

11 El Rabino Yeshua el Mesías es "la piedra que desecharon ustedes los constructores de la Nación Judía (es decir de Judá), y que ha llegado a ser la piedra angular de esta Nación".

12 De hecho, en ningún otro hay salvación de la destrucción que vendrá, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres de Israel mediante el cual podamos ser salvos de la destrucción que vendrá, por los gentiles.

13 Los gobernantes falsos, al ver la valentía con que hablaban los Rabinos Kefa y Yojanan, y al darse cuenta de que eran gente sin estudios ni preparación dentro de sus Yeshivot (Escuelas Superiores Rabínicas) del Rabino Shamai o del Rabino Tzadok (Sadoc) de donde salen los Rabinos de Shamai o los Rabinos Saduceos, quedaron asombrados y reconocieron que habían estado en la Yeshiva (Escuela Superior Rabínica) del Rabino Yeshua.

14 Además, como vieron que los acompañaba el hombre que había sido sanado, no tenían nada que alegar.

15 Así que les mandaron que se retiraran del Bet Din Gadol (Juzgado Mayor) falso, y se pusieron a deliberar entre sí:

16 « ¿Qué vamos a hacer con estos sujetos? Es un hecho que por medio de ellos ha ocurrido una señal evidente; todos los que viven en Jerusalén lo saben, y no podemos negarlo.

17 Pero para evitar que este asunto siga divulgándose entre la gente, vamos a amenazarlos para que no vuelvan a hablar de ese Rabino Yeshua y de su nombre a nadie.»

18 Los llamaron y les ordenaron terminantemente que dejaran de hablar y enseñar acerca de la Yeshiva (Escuela Superior) y nombre de ese Rabino Yeshua.

19 Pero los Rabinos Kefa y Yojanan replicaron: ¿Es justo delante de Adonai obedecerlos a ustedes los Rabinos de Shamai y los Rabinos de Tzadok en vez de obedecerlo a él nuestro Rabino? ¡Júzguenlo ustedes mismos!

20 Nosotros no podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído.

21 Después de nuevas amenazas, los dejaron irse. Por causa de la gente, no hallaban manera de castigarlos: todos alababan a Hashem por lo que había sucedido,

22 pues el hombre que había sido prodigiosamente sanado tenía más de cuarenta años.

23 Al quedar libres, los Rabinos Kefa  y Yojanán volvieron a los suyos y les relataron todo lo que les habían dicho los jefes de los Sacerdotes Saduceos falsos y los ancianos Bet Din Gadol (Juzgado Mayor) falso.

24 Cuando lo oyeron, alzaron unánimes la voz en oración hacia la Casa de Adonai: «Soberano Adonai, creador del cielo y de la tierra, del mar y de todo lo que hay en ellos,

25 Tú, por medio del Espíritu Santo, dijiste en labios de nuestro padre David, tu siervo: »"¿Por qué se sublevan las Naciones y en vano conspiran los pueblos? 26 Los reyes de la tierra se rebelan y los gobernantes se confabulan contra Adonai y contra su Mesías."

27 En efecto, en esta ciudad se reunieron el Rey falso Herodes y el Gobernador Romano Poncio Pilato, con los gentiles y con el Pueblo de Israel, contra tu santo Tzadik (Siervo) Yeshua, a quien ungiste como Mashiaj (Mesías)

28 para hacer lo que de antemano Tu Poder y Tu voluntad habían determinado que sucediera.

29 Ahora, Adonai, toma en cuenta sus amenazas y concede a tus siervos el proclamar tu verdadera Tora sin temor alguno.

30 Por eso, extiende tu mano para sanar y hacer señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Tzadik (Siervo) Yeshua.»

31 Después de haber orado hacia el Templo de Jerusalén, tembló el lugar en que estaban reunidos; todos fueron llenos del Espíritu Santo, y proclamaban la Tora de Adonai en la Enseñanza del Rabino y Mesías Yeshua sin temor alguno.

32 Todos los creyentes eran de un solo sentir y pensar. Nadie consideraba suya ninguna de sus posesiones, sino que las compartían, naciendo así la Comunidad Judía – Mesiánica de Israel.

33 Los Rabinos enviados, a su vez, con gran poder seguían dando testimonio de la resurrección del Rabino y Señor Yeshua. La Jhen (Gracia) de Hashem se derramaba abundantemente sobre todos ellos,

34 pues no había ningún necesitado en la reciente comunidad Judío – Mesiánica de Israel. Quienes poseían casas o terrenos los vendían, llevaban el dinero de las ventas

35 y lo entregaban a los Rabinos Enviados para que se distribuyera a cada uno según su necesidad.

36 Yosef, un Levita natural de Chipre, a quien los Rabinos enviados llamaban Bar Nevi (Hijo del Predicador)

37 vendió un terreno que poseía, pues el cómo Levita no debía de poseer nada, y pensó en pronta restauración del Mesías Triunfante y llevó el dinero y lo puso a disposición de los Rabinos Enviados.

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